lunes, 26 de septiembre de 2011

Nicanor Plaza

Nicanor Plaza fue el primer escultor que pertenece, junto con José Miguel Blanco, a la primera generación de escultores chilenos.

Nació en 1844 en el valle de Renca, cerca de Santiago y falleció el 5 de diciembre de 1917 en la ciudad de Florencia.

Trabajó desde muy joven como aprendiz en la sombrerería del francés M. Bagle, en los portales de la Plaza de Armas de la capital, demostrando aptitudes artísticas, las cuales fueron alentadas por artistas como Augusto François, profesor de escultura, y filántropos como Luis Cousiño Squella, empresario del carbón, quien lo ayudó a ingresar a la Escuela de Escultura dirigida por el profesor François en Santiago, donde se destacó en los concursos que se organizaban. Puede citarse como ejemplo, unas figuras en bajorrelieve que presentó para una exposición. Esta obra causó la admiración de la sociedad santiaguina en 1858. Debido a este hecho, el gobierno de Chile decidió concederle una ayuda mensual y una beca para perfeccionarse en Francia, que fue engrosada por Luis Cousiño. En esta obra, Nicanor Plaza demostró su talento precoz. Benjamín Vicuña Mackenna lo ecuerda como una obra de gran majestad, apenas creíble, para un principiante. En la escuela de Escultura perfeccionó su pintura con Alejandro Cicarelli.

"Andrés Bello"

En 1858 partió a París, donde fue aceptado en la selectiva Escuela Imperial de Artes, que estaba bajo la dirección de Francisco Jouffroy. Una beca le permitió estudiar durante tres años en esta escuela.

Mientras estudiaba con Jouffroy, Plaza participó en un concurso norteamericano para plasmar en escultura el ideal del último mohicano. Su modelo, que representaba a un indígena con tocado de plumas, arco y flechas, no fue considerado. Sin embargo, envió el mismo modelo al salón de 1867 en Chile, donde recibió una distinción. Tituló su proyecto como “Caupolicán” y es el mismo que hoy se encuentra en el cerro Santa Lucía, a pesar de haber sido concebido originalmente pensando en un indígena norteamericano y no en uno chileno.

Es una obra plástica no muy bien lograda, ya que pone de manifiesto la falta de madurez de Plaza al solucionar el conjunto con una figura demasiado rígida, esquemática, de taller, la que cae en un recargamiento formal ingenuo en demasía.

Fue, precisamente, en 1867 cuando Nicanor Plaza se independizó y abrió un taller, donde trabajó en bustos por encargo de particulares. Además fue ayudante en varios trabajos de escultores, por ejemplo, en el monumento a O'Higgins realizado por Ernest Carriere Belleuse. Durante esta época, su obra recibió la influencia del norteamericano Hiram Powers, internándose por la senda de la mitología histórica y el nacionalismo decimonónico, encontrando en los indígenas un ejemplo de heroísmo con el cual reemplazar a los héroes grecorromanos, y así dar énfasis a la idea de una escultura nacional.

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